Pentagrama

Pentagrama

1

Como siempre a esta hora, un pájaro
se estrella contra la ventana de la casa.
Las noches son confusas, la memoria
se alinea con árboles altísimos y danzamos. Silenciosamente.

Cualquier bastidor es calendario
para el más absurdo de los gestos.

Aprendemos pocas historias, apenas
una superposición de planos para el acorde blanco del agua, lobos
aplastados por la nieve.



Pentagrama

2

Ella habla y toca el violoncello.
Escribo: el viento es más sutil
en el sitio preferido por los pájaros; cada reloj
un malentendido de ínfimos desvelos.
"Últimamente sueño con un tren que cruza la noche,
/rostros a través del
paisaje" dice y el arco se detiene
"¿Podrías pensar en el absoluto como un futuro
estado de cosas, una armonía que alguna
vez debe hacerse explícita?"
Veo descender la ciudad y la ventana.

Nunca pediríamos limosna. Esperamos
al mensajero de un drama apócrifo, ciertas
instrucciones de implacable lógica.
(Si quedara detenida en esta letra
reclamaría sus fotocopias
pasadas de claro con mi ballesta de aire)
El amor se extiende en cada fragmento deshecho.

Alejandro Keller
Postales de Sobremesa

1 comentario:

Anónimo dijo...

Todos los narradores viven en la misma patria: la espesa selva virgen de lo (i)(r)real.

JJS