Laura Alonso, Tratado sobre huecos. Estuario: Montevideo, 2009. 56 páginas
Laura Alonso es una figura del ambiente literario Montevideano. Participa de un pequeño circuito de lecturas donde podemos incluir a La Ronda Café (ciclo que organiza el poeta Martin Barea), y Casa de los Escritores del Uruguay, entre otros. Recientemente participó de Zona Poema, la Casa invita, festival nacional de poesía, en el marco del día de Zona Diseño (junio 2009). Su libro, recientemente publicado y a presentarse en el Café de La Diaria (Miércoles 12 de agosto - 19.30), posiblemente prefigure parte de la ausencia que me permitiré presentar.
Tratado sobre huecos, 2do premio en el concurso anual de Literatura del MEC, categoría Poesía inédita (2008), es un libro de poemas, no una obra. La diferencia entre ambas categorías radica en que el libro nunca realiza su propósito, pero tampoco sufre por ello. La obra, por otro lado, nace a través del desgarro o perece a causa del silencio. El libro no nace ni muere, pero tampoco vive.
El discurso se estrella contra sus paredes ya que la hendidura es menos física que sentimental. Por momentos la vacilación se apodera del flujo y esto repercute en la sintaxis:
la palabra trinca
silencio. Palabra
en-cadena. Palabra
barrote. Palabra
trampa. Palabra
móvil-gatillo
del asesinato
Esta reflexión sobre la palabra deriva en la materialización del anuncio, el poema es asesinado cuando reflexiona sobre su metarrelato, ya que elige perder sus capacidades productivas para centrarse en las hipótesis de su no concreción:
Laxitud
metáforas inútiles deslizante error
de coordenada.
abstracción.
cosmovisión insoportable. Cercanía.
bosque enmarañado del lenguaje.
Esta actitud termina por entrañar una sombra terrible: el lenguaje como el bosque donde se talaron los árboles bifrontes. Forma e imagen son privadas de su teoría semiótica post concretista, ya que el lenguaje no es el soma sino el sistema, y la lengua no es el sistema (mucho menos la identidad) sino la herramienta, y la escritura es, en la poética de Laura Alonso, la palabra.
Por eso el deseo se disfraza de “abtruso pozo”, y los sinónimos son “chatarras del lenguaje”. La palabra está hipostasiada al punto de convertirse en una categoría. Pensamiento y lenguaje se disocian.
Laura Alonso, o, Laveron (nombre con el que comenta los sitios web de la vuelta), nos ha entregado un libro anti teórico, o bien, ha publicado un tratado que niega la empresa de escribir uno. Es allí donde se comprende la constante remisión a la segunda persona, o las similaridades compositivas que marcan el inicio de cada poema, donde los versos parecen conclusiones nominativas resultadas de una sobrecorrección.
Tal vez sea por esto que de la palabra Poética se diga que:
tal vez sea restar
palabra menos palabra
palabra menos
palabra. Papel
vacío
claro del bosque.
Bosque despejado agregaríamos, tanto de animales como de ramas.
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