La ventanilla empañada del bus:
solamente la luna.
El asiento de al lado
tampoco está vacío.
Ni siquiera en Buenos Aires
amanece.
Y amanece.
Alejandro Keller
Postales de Sobremesa
La ventanilla empañada del bus:
solamente la luna.
El asiento de al lado
tampoco está vacío.
Ni siquiera en Buenos Aires
amanece.
Y amanece.
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